CORRAL Y SUS SECUACES SE TIRAN AL PISO PARA EVADIR LA JUSTICIA

Con la detención de al menos dos exfuncionarios de la administración de Javier Corral el exgobernador, resulta muy fácil ahora pretender hacerse la víctima, cuando en su tiempo se ensañaron en contra de toda persona que sospechaban que cometía alguna irregularidad. 

En  el quinquenio de Javier Corral pudieron doblegar al mas cuerdo y honrado funcionario mediante tortura sicológica y en algunos casos hasta física, acabaron con famas públicas de toda persona que decidían acusar, y ahora que con pruebas de dos entes diferentes que son la Auditoría Superior del Estado y la Secretaría de la Función Pública, que coinciden en denunciar los mismos delitos que se les imputan, Corral y sus funcionarios, se tiran al suelo dando patadas de ahogado para buscar la compasión.

Cosa más incierta, pues son pocos los chihuahuenses que aún le siguen creyendo al gobernador que nada lo puede, no pudo y no hizo.

Sin embargo gracias a las “amistades” y relaciones que construyó Corral en sus años de chapulín de la Cámara de Diputados a la de Senadores, y viceversa por varios años, le creían y le apoyaban difundiendo lo que les planteaba. (cada vez más pocos).

Y como siempre Corral tuvo desdén hacia los medios y periodistas locales.  Su desapego de Chihuahua le movía a buscar el cobijo en la capital del país, porque a los medios locales los veía como Dios a las liebres: chiquitos y orejones.

A diferencia de la hoy gobernadora que simplemente ante la pregunta expresa de que cual era su opinión sobre las detenciones de exfuncionarios de Corral, ella solo se remitió a decir que evitaría dar cualquier posicionamiento al respecto para no violar el debido proceso ni la presunción de inocencia.

La verdad es que todo mundo esperaba que dejara ir en favor del combate a la corrupción y a dar pormenores del tema.

Es decir, la gobernadora no cae en provocaciones innecesarias, hablando desde las entrañas; error que durante cinco años utilizó y sin medida el anterior mandatario estatal con solo el linchamiento mediático.

Mientras Corral y su gobierno buscaba justificar su presunta cruzada contra quien llamó el vulgar ladrón, con mítines y declaraciones medíaticas; la actual administración, con análisis y estudios técnicos, realiza las imputaciones pertinentes en contra de quien resulte responsable. Aunque sabemos que se comen las uñas para que pueda imputársele al principal responsable la serie de acciones y omisiones que ejecutó y dejó de hacer el anterior.

Cabe hacer mención que el actual auditor superior del estado, asumió el cargo el 1º de enero de 2019, luego de que en 2018, fuera elegido por mayoría, en el seno del Congreso local.  Es decir, no se puede afirmar que es un auditor a modo, como Corral lo hacía, en el caso de los jueces por consigna y la consejera del Poder Judicial a quien encargaba fabricar las carpetas de investigación.

De la misma manera, la fiscal anticorrupción en tiempos de Corral, Gema Chávez, conoció, por conclusiones de las investigaciones técnicas de la Auditoría Superior, ya a cargo de Héctor Acosta, el actual titular, de los 400 millones de pesos que de forma ilegal solicitó mediante un convenio, ni siquiera un contrato formal, el actual procesado ex secretario de Salud, Eduardo F.H., asunto por el cual ahora se le imputa, pero en el tiempo de Corral la funcionaria, con sospechosa omisión, no actuó y dejó que pasara el tiempo.

Lo peor del caso es que ahora que la Fiscalía Anticorrupción toma el caso, se dicen perseguidos políticamente.